lunes, 16 de enero de 2012


< E  D  I  T  O  R  I  A  L >



HACER POPULISMO NO ES GOBERNAR



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 Los niveles de vida, mejoramiento y progreso no cambian ni evolucionan cuando no se tiene y se aplican políticas sociales que respondan a programas diseñados como respuesta a una realidad que bien puede ser una Nación, un continente, región, municipios.  Nada se construye de la improvisación. Tomemos como ejemplo el temario que concierta a la Organización de las Naciones Unidas ONU, a la OEA y muchos otros organismos de gobiernos mundiales.

Todos estas entidades que propenden gobiernos en diferentes escalas, grados y objetivos, establecen sus rutas sin apartarse, obviar o saltar pàginas de programas que se encuentran concadenados a itinerarios consensuados a macro y mícro exigencias histórico-sociales de una realidad.  Cada una de ellas, hay que definirlas con sus propias reglas, desarrollo, tiempo, espacio.  Se respeta la concepción que no existen dos realidades iguales por lo tanto no se admite importar recetas de una realidad social para otra.

Entonces queda claro que gobernar, es respuesta a la aplicación de un conjunto de políticas que se estructuran tomando como punto de partida exigencias básicas de territorio, etnia, cultura ancestral y todos los proyectos que responden a una afinidades de pueblo.  Cuando  existen pueblo con diversidad de culturas y aspiraciones, desde luego que la formulación de políticas se tornan un tanto mayor complicadas.  Precisamente esta diversidad de criterios en realidades, es lo que establece la desproporcionalidad de los grados de desarrollo en un mismo país.

Si la aplicación de programas y políticas mal estructuradas conllevan al fracaso, a la insatisfacción de los gobernados, y por encima de todo como los errores no perdonan, estos pueblos con gobiernos amorfos no registran crecimientos y los atrasos se van haciendo mas evidentes en la medidas que se cotejen con la velocidad de la verdadera tecnología del desarrollo que corresponda al tiempo.

Haya de la Torre, pensador peruano, fué un detallista del verdadero arte de gobernar los pueblos. Él , precisamente es autor de la teoría de un relativismo del desarrollo y evolución de las sociedades mundiales: "Nada es igual, todo fenómeno social tiene su tiempo y espacio histórico, todos avanzan con velocidades diferentes".  Haya de la Torre tomó el Relativismo Einsteniano y lo insertó con acierto al fenómeno social.

Todo ello es importante para entender que si se pretende gobernar con verdaderos criterios y resultados, no es suficiente plagiar ni importar politicas y soluciones de otras realidades, menos improvisar, impostar, errar; mucho mas grávido será cuando se gobierna bajo el ímpetu de un liberalismo que asume un rol de postura superflua.  Esa forma de entender 'gobierno', se aplica comunmente.

Ese 'populismo', pèsimamente interpretado es la voluntad que suple la ejecución de programas, estructuras de gobierno, por la política del halago, la solución de las necesidades para el momento, satisfacer el ego de los conciudadanos colmándoles de intrascendencias.  Eso hizo la dictadura de Fujimori por ejemplo que construyó para el halago, muchos colegios, pero no aportó a un maestro de calidad y segura competencia.

Ha transcurrido un año del inicio de los gobiernos regionales y locales.  Muchos de estos  gobiernos han seguido el camino del populismo, de la baratija, gobiernos para el aplauso mediato, para el agasajo, son gobiernos que regalan el pescado pero no enseñaron a pescar.  Gobiernos que utilizan además del populismo, la demagogia, ofrecen una pastilla antes de un buen diagnóstico de la enfermedad.  Gobiernos que afectan la autoestima de sus gentes al tratarles como subordinados de sus voluntades, caprichos y dones de mandones.

DIRECTOR DE ASPETA
RICALDI  RAMIREZ RUIZ

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