EL PERÚ EN GRAVE APURO
La cuenta se aumentó; no hace mas de dos meses,
fue descubierto en dos regiones del país, dos focos de corrupción en el sector
público del Estado. Luego, el número se incrementó, y ahora a los nombres de
Ancash y Tumbes... se agregan: Pasco, Arequipa, Loreto, Amazonas; con estas
denuncias, los peruanos quedamos atónitos con la impresión que el destape recién
comienza.
El fenómeno que complica la estabilidad
institucional del país, compromete a todo el sistema de la gobernabilidad, ahora
en proceso de corrupción generalizada. En todos los sectores huele a podrido.
El mismo Poder Ejecutivo con un irreverente desgobierno que la clase política
llama gobierno conyugal; iguales destapes se dan en los otros del poderes de
Estado; también, en actitudes tarda y sospechosa en los organismos de
control.
El daño que todavía no se puede dimensionar en
toda su magnitud, no viene provocando la reacción del Estado en todas sus
estructuras jurídicas, que ya deben acudir con todos los mecanismos de
emergencia tomando las medidas pertinentes. Creemos que el daño de un Estado en
proceso de corrupción, podría tener efectos peores, mas tenebrosos a las
calamidades de la guerra -o- de otras formas de conflagraciones.
Peligrosa la inacción del Estado que no
reacciona cuando ya ha debido tomar medidas de alarma nacional. Por su parte
hemos visto como el Congreso de la República ha continuado su ruta impasible,
sin tomar medidas ni someterse a las responsabilidades que le confiere su
función Constitucional. Ni siquiera atina en sancionar el absurdo e
inconstitucional co-gobierno que se opera en el manejo de la administración
nacional.
Es que no nos estamos dando cuenta, no somos
conscientes que el Perú está siendo manejado por una mafia, un cartel de
delincuentes que han doblegado y sometido la moral nacional. El Perú se
derrumba, ya no gobierna la ley, el orden, la Contitución de Estado, Los Poderes
Públicos; ahora es la ley de los avezados, del crimen, del sicariato y otras
metodogías del crimen organizado aún no detectadas.
Nunca hemos estado en peor y amenazante peligro
como ahora; sin embargo la alarma nacional se ha silenciado. Quiere decir todo
esto, que los organismos de control que debieron implementarse después que se
promulgara el proceso de descentralización, dejó que los mafiosos tomaran el
timón, organizarse en bandas y someter la Institucionalidad nacional.
De que ha servido que
muchas regiones, provincia, municipalidades, fueran asistidas con el beneficio
de la Ley del Canon, como una gran respuesta a sus elevados derechos, si esas
conquistas hasta el momento fueron llevadas a repartijas insólitas ante la
ceguera del Estado de Derecho, que ha venido actuando con incapacidad e
impunidad.
Ahí está la vergonzosa
fotografía nacional: Presidentes Regionales presos, Alcaldes vacados,
congresistas como genios de actos inverosímiles; ministros sometidos ante las
angurrias y ambiciones de poder de una "Primera Dama de la Nación", jueces y
fiscales prevaricadores, policias, periodistas comprados con dinero lavado y
corrupto. ¿Hacia dónde va el Estado Peruano?, yo si creo que el Perú está en
grave apuro.
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