LA UBICACIÓN DEL ESCUADRÓN AÉREO DE
TALARA
Por razones de responsabilidad periodística
vinculada a seguridad de Estado, no vamos hacer precisiones sobre las generales
mismas de la Base Militar Aérea de Talara. Motiva al presente comentario, el
apremio que afronta en términos demográficos la capital petrolera del Perú,
sobre todo, ahora que deberá tomar en cuenta la ampliación de sus fronteras
poblacionales ante el inicio del Proyecto Modernización Refinería
Talara-PMRT.
La construcción de la indicada Base Aerea, data
desde la década del 40 del siglo pasado, nacimiento que estuvo vinculada a la
defensa continental en el Pacífico a raíz del inicio de la Segunda Guerra
Mundial. Se levantó sobre una zona muy estratégica en los cerros de Talara con
mira directa al Océano Pacífico. Estando ya operando la Internacional Petróleum
Company -IPCº en el "campamento de Talara", su ubicación era estratégica,
distante de la población y fundamentalmente de los ojos de curiosos i/o
espías.
La base Aerea en referencia, se ubicaba casi a
dos kilómetros de las últimas "barracas" de los trabajadores petroleros
otorgadas por la empresa norteamerica; además, dentro de los sistemas de
seguridad, no era fácil en aquellos tiempos, admitir contínuos ingresos y
salidas de nadie del campamento sin orden expresa. Díficil que narices extrañas
tuvieran la curiosidad de medrar en la zona de la famosa "Base del
Pato".
Hoy, al paso de los años, después de la
decisión de 1968 en la "Toma de Talara", declarándola Ciudad Abierta, se operó
un crecimiento demográfico vegetativo, la medidas de seguridad se desactivaron,
lo mismo, las históricas "Garitas de Control" que chequeaban minuciosamente el
ingreso y salida de familiares y otros visitantes a Talara. A ese crecimiento,
se sumaron otros como consecuencia de diversas circunstancias sociales,
fenómenos de la natualeza caso, las lluvias torrenciales del Niño de 1983-1998.
Estas eventualidades, no solo trajeron
poblaciones no previstas que rápidamente con la formación de precarios
AA.HH., le dieron un efecto multiplicador a la limitada población. De muchas
formas desapareció en forma rauda y ante el escaso control, la simetría, el
diseño, de esta extraordinaria ciudad jactada por años por su limpieza,
ordenamiento, seguridad. "Ciudad Jardín", le llamaron como para forjar mejor la
idea de la pulcritud con que la IPCº impuso al control de sus
instalaciones.
Bueno, desde el momento que se decidió abrir la
puerta de esta otrora ordenada, segura, ciudad petrolera, han transcurrido años
de gran deterioro, crecimiento asímetrico detractando sus potenciales servicios.
Las nuevas poblaciones se ubicaron al "guerrazo", sin planeamiento ni
observación alguna. Alguién dijo en alguna vez al observar la vorágine del
fenómeno poblacional, "que íbamos rumbo a convertirnos en un gigantesco
Asentamiento Humano". En efecto, sin duda alguna, eso es Talara Hoy
día.
Lo cierto, es que por esos desdenes y razones
históricas, hoy por hoy, la Base Aerea Militar de Talara, va quedando enclavada
en el centro poblacional, rodeada de rumas, y vendrán mas, de nuevos invasiones
poblacionales atraidas por el boom del PMRT. Lo crítico del caso es que ni las
misma autoridades de este Ministerio, menos el Congreso Nacional de la
República, se han dado cuenta del peligro a que se ha expuesto a este centro
militar, al no encontrarse excento de conspiracion advenedizas y estrañas
afectante a su seguridad.
Por las razones expuesta, y por la urgencia de
recuperar territorios útiles otorgados en propiedad a la FAP por leyes del
pasado, se impone la necesidad de provocar una reubicación de la indicada Base,
a efectos de aislarla de la curiosidad de espías y muchisimos otros peligros que
antente contra su seguridad. La Base FAP de Talara está asentada en una
propiedad territorial de no menos de 20 kms2 a la redonda, precisamente, son los
territorios que podrían solventar, recuperar el ordenamiento, urbanismo que
necesita la población. En todo Latinoamérica las Bases Militares se encuentran
celosa y estratégicamente protegicas. Salvo mejor parecer.
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