EL CRUCE ENTRE EL HUMOR Y LA HISTORIA.
Nuestras artes. La cultura popular y los grandes procesos sociales sirven de
insumo para la búsqueda de este autor: la risa de los lectores. Otra propuesta
suya son las tramas delirantes como reflexión sobre la actualidad.
“Alguna vez, alguien me preguntó qué constituiría mi mayor satisfacción, y
le respondí, ser parte de la Marvel y poder recrear cada semana una historia
distinta del Hombre Araña”, nos dice el historiador y escritor limeño Fernando
Sarmiento Rissi.
Nacido en 1974, en pleno gobierno militar, pasó la etapa del conflicto
armado de los años noventa en las aulas de la Universidad Católica. Ahora se
desempeña en la parte administrativa de una entidad estatal “porque no es fácil
encontrar una actividad derivada del ejercicio literario como antes, en que los
escritores podían acceder a tareas paralelas a su oficio, como son los casos de
Abraham Valdelomar o Leonidas Yerovi, por ejemplo.”
Otras vocaciones
Fernando Sarmiento utiliza la Historia para crear otras historias,
parafraseando a Miguel de Unamuno, quien no creía en su existencia. Sin embargo,
a él esta ciencia le ha servido de apoyo para escribir su primera novela Clash
City Loose (2011) y sus relatos , que editó en las antologías 17 fantásticos
cuentos peruanos (Editorial Casatomada 2008) y Cuentos para sobrevivir al fin
del mundo (Azul Editores, 2012).
En julio de este año sacó Todos los días son de ceniza en La Travesía
Editora. El título aludía a la levedad del tiempo, circunstancia que se percibe
en las cuatro historias que conforman el texto; ‘Verano oscuro’, ‘El huésped
rojo’ (basado en la Máscara de la muerte roja, de Edgard Allan Poe); ‘El verano
de mi reina’ y ‘Todos los días son de ceniza’.
Proyectos
Actualmente, se encuentra escribiendo su segunda novela, que tiene como
motivo los hechos ocurridos en los años 90. Para ello, utiliza el tono
sarcástico e irónico, recreando situaciones conocidas sin llegar a lo trágico y
sin que sean políticamente correctas. ¿Por qué? “Es necesario darle otro enfoque
a esa etapa tan dolorosa y creo que la literatura se presta a ello”,
aclara.
Con esa misma tónica ha escrito Todos los días son de ceniza, pero también
con el propósito de rendirle un tributo a la Literatura con mayúscula. En este
libro, toma narraciones populares como ‘La reina María’, para transformarla en
una nueva versión. En ‘Verano oscuro’, maneja personajes históricos como Hitler,
Stalin y Mao Tse Tung con cierta desfachatez y los introduce en un mundo de
fantasía y esoterismo. “Al fin y al cabo –afirma– esos líderes sucumbieron al
miedo del fracaso y se hicieron esclavos de objetos totémicos y ritos
esotéricos, con el fin de anularlo.”
El trasfondo de su oficio, declara Sarmiento, es crear una identificación
con el lector y dejar un mensaje esperanzador. “Es necesario que la risa bulla
por doquier, para contrarrestar la violencia que hemos vivido y matice de alguna
manera la que estamos pasando”.
Otras facetas
Persiguiendo su meta de conseguir dar un rato agradable al lector, Fernando
Sarmiento tiene en mente escribir argumentos para cómic, pero aclara que no de
los que generen violencia, sino de aquellos que la combatan, como aquellos
héroes de ficción que colmaron sus fantasías de niño. Menciona nombres como
Batman, El Hombre Araña o la primera versión de Iron Man.
Escritores peruanos como Vargas Llosa en La Casa Verde y Conversación
en La Catedral, Ciro Alegría y sus Perros hambrientoso Alfredo Bryce en La
Magdalena peruana, cumplen, para Sarmiento, el objetivo principal de las letras,
estimular los sueños sin destruir la alegría. Una tarea bastante difícil, lo
confiesa, pero que se puede lograr aun cuando la literatura de los últimos
tiempos “no quiera darnos ninguna esperanza.”
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