EL ALBA DE UN NUEVO PROCESO ELECTORAL
Inusitada y de modo muy sorpresiva está amaneciendo el proceso para las próximas elecciones municipales de Talara 2014. La interpretación que postulamos se debe al hecho que la jurisdicción municipal petrolera, está viviendo casi en el curso de los dos últimos años, un tiempo municipal convulsivo, accidentado, lleno de denuncias, solicitudes de vacancia, hasta el extremo que hoy por hoy, la primera autoridad municipal se encuentra con mandato de detención judicial.
Los hechos registrados son muy graves, de tal suerte que formuladas las denuncias con pruebas fehacientes, tanto las investigaciones preliminares como preparatorias, calificaron la necesidad de mantener al inculpado en prisión domiciliaria.
La situación es causa a que se produzca una difícil crisis de gobernabilidad social, originada por un pleno de regidores al negarse en aplicar el mandato expreso de la Ley Orgánica de Municipalidades-art 25, que a la letra autoriza y ordena, disponer como medida cautelar, que toda autoridad sobre quien recaiga suspensión de la libertad individual, debe "suspenderse" el mandato mientras se deslinde la situación legal.
Es fácil comprender entonces el tremendo malestar ciudadano por la complicación de los acontecimientos, que determinan una decepción, por el comportamiento corrupto de autoridades y la pasividad con mucha tolerancia de quienes deberían sancionar con estricto esmero y apego al derecho. La decepción desborda al extremo que existen ánimos muy caldeados, exigentes en demasía, en la manera de atender un próximo proceso de elecciones, el mismo que pueda venir afectado con otro contingente de corrupción igual o peor como el que actualmente afecta.
En este estado de cosas, la ciudadanía ha visto con asombro como estando la ciudad de Talara afectada por un proceso de corrupción que no logra superar; de manera impávida, aparezcan en el alba pre-candidatos impasibles, indiferentes a la crisis que se vive; no han fijado posición, menos respaldo al pueblo quien lucha con desesperación buscando superar y acabar con el flagelo. La contingencia descalifica a ciertos candidatos y postulaciones obtusas, propiciadoras de temperamentos ambiciosos y fuera de la realidad.
Particularmente creemos que el pueblo y el malestar creado tienen toda la razón. No están dadas las condiciones para insinuar candidaturas muy madrugadoras, algunas de ellas evidenciando una condición de oportunismo. Candidaturas absurdas y advenedizas que no garantizan mas que nueva intranquilidad y desconfianzas. Esos candidaturas se constituyen en una falta de respeto a la inteligencia y derecho que exige la ciudadanía a tener autoridades solventes, garantes de gobiernos honestos y estables.
Con el ejercicio de la plena libertad de opinión y expresión, nos permitimos asegurar que muchos de estos candidatos no traen en mente ofertar sus capacidades buscando el resarcimiento y desarrollo de las poblaciones. Particularmente Talara por ser zona petrolera, percibe importantes ingresos traducidos en canon y sobre canon petrolero; esa realidad es la que embriaga a muchos candidatos como al actual que ha dilapidado el dinero municipal.
Talara por derecho de canon percibe dineros que oscilan entre los 80 a 100 millones de soles por año, en la espuria realidad de ser beneficiados con el 10% de los ingresos por adjudicación de obras, i/o otros tipo de inversiones comprendidas en el gasto autorizado, los alcaldes y administraciones dejan para sus bolsillos de 8 a 10 millones de soles por año. Si la gestión municipal dura cuatro años, multipliquemos y de allí, saquemos el hermoso teorema que gusta, atrae y, con que sueñan los señores postulantes a esta municipalidad.
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