La fuerza creativa de los jóvenes
Sin embargo, son demasiados los jóvenes, incluso los que tienen un alto nivel de estudios, que se enfrentan a salarios bajos, empleos sin porvenir y tasas récords de desempleo. La crisis económica mundial afecta a los jóvenes más que a nadie y, comprensiblemente, muchos se sienten desalentados ante las crecientes desigualdades.
Un gran número de ellos carece de perspectivas inmediatas y no pueden participar en los procesos políticos, sociales y de desarrollo de sus países.
Si no adoptamos medidas con urgencia, nos arriesgamos a crear una "generación perdida" de talento y sueños desaprovechados.
Trabajar con los jóvenes y para ellos es una de mis máximas prioridades. Los jóvenes constituyen una fuerza transformadora; son agentes de cambio creativos, ingeniosos y entusiastas, ya sea en las plazas públicas o en el ciberespacio.
Desde su determinante función en la labor encaminada a lograr la libertad, la democracia y la igualdad hasta su movilización a escala mundial en apoyo de Río+20, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, los jóvenes han demostrado vigorosamente una vez más su capacidad y su deseo de cambiar el curso de la historia y acometer los desafíos mundiales.
Los jóvenes de uno y otro sexo no son beneficiarios pasivos, sino asociados iguales y eficaces. Sus aspiraciones van mucho más allá del empleo.
También quieren sentarse a la mesa, tener una voz real a la hora de configurar las políticas que dan forma a su vida.
Tenemos que escucharles y hacerles participar. Tenemos que establecer mecanismos más numerosos y sólidos para que intervengan.
Ha llegado el momento de integrar las voces jóvenes de una manera más significativa en los procesos de adopción de decisiones a todos los niveles.
En el mundo entero se reconoce cada vez más la necesidad de reforzar las políticas y las inversiones relacionadas con los jóvenes. A propósito del Día Internacional de la Juventud, celebrado el 12 de agosto, exhorto a los gobiernos, al sector privado, la sociedad civil y las entidades académicas a que abran las puertas a los jóvenes y fortalezcan sus asociaciones con las organizaciones por ellos dirigidas.
Los jóvenes pueden determinar que estos tiempos avancen hacia peligros mayores o hacia cambios positivos. Apoyemos a los jóvenes de nuestro mundo para que se conviertan en adultos que alumbren más generaciones de líderes productivos y llenos de energía.
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