DIA DEL JUEZ
En tal
sentido, es preciso indicar que el juez es el funcionario público encargado de
impartir justicia en igualdad de condiciones a las partes procesales
debidamente legitimadas y resuelve con independencia y estricto apego a nuestra
Constitución Política del Estado, por lo que en una oportunidad, el maestro
Domingo García Rada decía que el Juez es menos que Dios, pero más que hombre “.
Por lo
que como quiera que, en este día se recuerda y enarbola la egregia figura del
magistrado peruano, es importante indicar que este día se realiza en una
circunstancia muy sui géneris, es decir se conmemora a un año de gobierno del
Presidente Ollanta Humanay las expectativas son mayúsculas, toda vez que se
habla de una reforma constitucional en materia judicial y el cumplimiento de
los objetivos del Ceriajus, el Plan Nacional de Justicia y aumento de haberes a
los señores magistrados, a fin de coadyuvar a una verdadera ósmosis en las
viejas estructuras del Poder Judicial.
De
igual forma, el “ día del Juez “, se conmemora en un momento, en la cual el
Presidente del Poder Judicial Dr. César San Martín Castro, ha venido sosteniendo
algunas iniciativas y aportes de los señores magistrados, sobre la necesidad de
un nuevo marco normativo, a fin de plantear la modificación de la
Ley Orgánica del Poder Judicial, la
regulación del recurso de casación, la creación de la Corte Superior Nacional con
competencias propias y específicas y la institución de la figura de jueces
inspectores.
De allí que, una
verdadera reforma del Poder Judicial, pasa por la reforma personal de quien
viste el alma de la toga en la judicatura. Hay jueces y jueces; muchos eruditos
y estudiosos, otros acaso de formación unidimensional: conocer lo suyo y nada
más. La sociedad civil desea no sólo jueces conocedores del derecho; sino que
quiere de ellos que sean personas de una alta cultura, de una ética cotidiana
que irradie para los justiciables y abogados litigantes paradigmas deseables de
valores.
Pero por ahora, ya que
se trata del Día del Juez, es bueno que hagamos un alto a su labor, y
evidenciemos que esta labor no es sencilla; aparte de la responsabilidad que
pesa en ellos, su trabajo no es nada envidiable, pues la ciudadanía y la
opinión pública no sabe que cada magistrado, aparte de despachar con su
secretario un sinnúmero de resoluciones judiciales, tiene que preparar los
fallos que ponen fin a un proceso, y una ración de horas; es decir, hay una
infatigable labor que debe ser reconocida.
Gerardo
Eto, a propósito del día del Juez, decía “que más allá de todo lo que aquí
venimos reflexionando, consideramos que hoy los jueces tienen nuevos retos; y
entre los que habría que empezar es por su permanente capacitación académica.
Un juez que no esté al tanto de los estándares de interpretación de los más
grandes tribunales jurisdiccionales como los europeos y aún, de Norteamérica;
un juez que no adquiere una ración mínima de libros en torno a su especialidad
nacionales y extranjeros, un juez que no se deleita con la lectura de una buena
literatura, un juez que subestima la cultura cosmopolita del arte, la pintura, la poesía, el cine,
etc. es en realidad un juez que a mí me preocuparía mucho”. Pues necesitamos de
estos altos funcionarios el peso de una personalidad demoledora. Sólo
magistrados de esta talla podrán remontar a nuestro Poder Judicial.
Por
tal razón, consideramos que el mejor regalo que los magistrados pueden hacerle
al país, en su día, es comprometerse a mejorar la calidad de sus fallos
judiciales, a que no se encierren en sus cuatro paredes y que también conozcan
su entorno donde se desenvuelven socialmente, de la misma forma comprometerse a
ser mas independientes y autónomos y porque no decirlo a ser mejores vecinos,
mejores hijos, mejores esposos, mejores amigos, mejores hermanos, mejores
alumnos, mejores maestros y porque no decirlo con la misma mística de antaño,
comprometerse a ser un poquito mejores jueces… se corre traslado.
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