jueves, 15 de diciembre de 2011

E  D  I  T  O  R  I  A  L

"Si sientes que mis opiniones te generan

conflictos, reivindícate con las tuyas"
 

LA VERDADERA Y NECESARIA OPOSICIÓN PARA LA DEMOCRACIA


Tanto el sistema como la interpretación vienen mal planteadas, cuando nos referimos a la "Oposición Gubernamental", proveniente de la tradición y usanza política.  En el Perú, nos hemos acostumbrados a entender y de hecho los que resultan elegidos en ese compendio, lo entienden asi, que oposición, es ser antagónico al grupo gobernante, a la  autoridad elegida; es oponerse, contradecir ciegamente, hablar todo en idioma distinto, no importa que en ese 'arte', la perjudicada sea la nación.

Esa rara manera de apreciar y entender la política y la democracia, es la que hace algunos años se aplica y viste a la clase política peruana.  A quien lo tocó ser integrante del 'oficialismo', -bueno- a integrarse a ese grupo; ciego en su apoyo, sectario, prohibido en tener posiciones libres e independientes.  Y a quien le tocó ser de la 'oposición', parametrarse en la obstrucción, inclusive se le asigna la ubicación física de una curul desde donde tendrá que enfrentarse a sus próximos y mediatos adversarios de bancada y nada mas.

Observemos esto en la estructura del actual Congreso Peruano y muchos de los anteriores, y comprobemos que la práctica de esos procedimientos convierten a la casa legisladora en un circo de posturas que amarran y detienen a su verdadero objetivo.  La mayoría de los congresistas se alistan para propiciar debates, entretenimientos, contratiempos, se enredan en querellas indóciles, sin reparar que se pierde el tiempo y se niegan en ingresar a la verdadera función estelar que les asigna la Constitución de Estado.

Debería modificarse la denominación de representantes de la 'oposición' y variarla por la de: Contralores, fiscalizadores de una gestión.  Claro, en lugar de erroneamente seguirles llamando opositores, suena mucho mas constructivo que entienda una labor asignada por el sistema para ejercer función de control y fiscalización.  De esa manera olvidarán la maniaca intención de asumir posturas pueriles y controversiales.

Dándose la misma postura en los gobiernos regionales y locales, el personaje que la suerte lo ubica como integrante del grupo oficialista, estima que funciona como 'grupo', no aporta su capacidad individual -eso no importa- interesa mantener el bloque político sólido, el argumento es el respaldo físico al grupo y nada mas.

El otro personaje, que se auto denomina opositor, cubre esa pobrísima impresión, ser un terco, un intrascendente, sabe de antemano que su destino político está echado, su voz y sus pedidos serán áulicas expresiones lastimeras, sin sentido.  La experiencia anacrónica pide reflexionar para cambiar con urgencia ésta práctica improductiva, dañina al pais, a la región, al gobierno local donde corresponda.  El modelo y la costumbre deben terminar ahora buscando que la función en referencia se convierta en innovadora, creativa.  Todo legislador, regidor, contralor, fiscalizador ejerza una función al servicio del sistema y no de su partido o autoridad de turno.

Viene sucediendo que producida una elección y verificados los resultados, los elegidos se ubican unos frente a otros dispuestos para oponerse mutuamente, para traerse abajo la propuesta, iniciativa o proyecto del contrario, aunque se reconozca de su importancia y validez para el pais.  Ese sistema, esa forma de seguir entendiendo el comportamiento político no vale para nadie.  Una modificación a la ley, debería establecer que un político elegido deje después de la elección, ser integrante de su partido, hay que enseñarles que ganadores en mayoría y los otros en minoría, ya son autoridades al servicio nacional. 

DIRECTOR DE ASPETA
RICALDI RAMIREZ RUIZ

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