viernes, 16 de diciembre de 2011

E  D  I  T  O  R  I  A  L


"Si sientes conflictos con mis opiniones,

reivindícate con las tuyas"


 LA CRÍTICA PERIODÍSTICA Y LA PRENSA RASTRERA

 En términos normales las dos tendencias existen, conviven dentro de la práctica y ejercicio de la función informativa en esta Nación Peruana, y por qué, no generalizando un poco, hasta en los países mas encumbrados del planeta.  Una y otra, son producto de formáción ética, en unos casos formación alta, y en otros,  nulo entendimiento y sentir sobre la concomitancia del valor.

La Crítica periodística o periodismo crítico, es una función inherente, no existe periodismo sin la crítica; pero solo admitida, ejercida dentro de irrestrictos moldes de racionalidad. La verdadera crítica es aquella que es impostergable, se ejerce se aplica y se desarrolla consustancialmente, alimentándose de los elementos de un acontecimientos.  En ella, el actor, volca sus valores y capacidad mas relevantes para dotarla de objetividad y permitir su credibilidad.

La segunda, la 'prensa rastrera' es aquella ofertada por los mercachifles, tinterillos; parafraseando, son los mismos mercaderes que el 'Maestro Jesús' expulsó de los templos diciendo: "Mi casa es templo de oración".  En efecto, la comparación es atinada, precisando que el templo periodístico debe ser siempre oración de rectitud, respetando valores, acogiéndose en la intención de fondo de dejar bien parada la estructura moral de la actividad periodística.

Esta ùltima versión es la antítesis, pondera una inconducta funcional.  Si se genera en la consciencia de un periodista es una paradoja, una contradicción.  Cuando se aprecian esas posturas que se reconocen inmediatamente como 'prensa rastrera', entonces existe la ausencia de la función y los valores éticos que convalidan al periodismo.  Prensa rastrera o mercantilismo, es un estado de ánimo erótico, que como el judas del evangelio, hace tiempo traicionó los objetivos.

Debe tener alguna razón el señor Trelles Saavedra para haber dicho que "prefiere al periodista crítico antes del sobón,  del incondicional".  Con toda seguridad, sabe lo que dice, en el fondo de su conciencia ha lidiado con los dos, llegando en delimitar en forma muy clara, las bondades de uno y otro.  "Yo prefiero que al periodista que establece una crítica, que tiene el valor con objetividad en señalarme mis errores, mis fallas, que con su entereza sabe decirme en donde se quiebra mi gestión.  De él yo aprecio la lección para corregir, enmendar". Este es el periodismo que valoro, lo dijo el señor alcalde de la municipalidad petrolera de Talara.

La mención a lo segundo: "antes que la actitud, la modalidad rastrera, sobona, comercial que ofertan arcanos a escondidas, como si fuere la negra actitud en la 'venta de la droga' comercializada buscando la noche, revela en blanco y negro una fotografía que el autor de las expresiones, guarda del periodismo que lo rodea.  Prefiero al primero que habla y dice las cosas con la verdad, antes del que me esconde, me confronta en un mundo ficticio, me disfraza la realidad".

Alguna razón importante debió estarle ocurriendo a Trelles que lanzando esta versión, blandió un duro contenido de conciencia, se desembarazò de un reprimido; ¿dirigiò inconscientemente su mensaje a quien le ha interpuesto un pedido de vacancia?. No sería nada extraño, en tanto en el pasado mediato con el personaje tuvieron grandes migas periodísticas, donde para recordar un poco el señor Vilchez Pardo (acusador de turno) le ofertaba resultados de encuestas inexactas e inexistentes.

Podría ser que el señor Trelles Saavedra cuando dijo lo que dijo, pensando en voz alta, también se hubiera estado acordando de quienes lo llamaban : "cadaver político, eterno perdedor, si Ud. llegara a ganar nos vamos de Talara..." entre muchas otras expresiones, hoy recogidas en el subconsciente de Trelles Saavedra, y conocidas, Como las "Cuartetas de los sobones"

Trelles lo dijo por golpear sicológicamente, en su autoestima a aquellos que le tiraban piedras ayer y ahora forma parte de un entorno muy preciado, o lo soltó como una confesión pública de un pecadillo que lleva como una estaca que lacera su ego

DIRECTOR DE ASPETA
RICALDI RAMIREZ RUIZ

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