CLÍNICAS DE SALUD PRIVADAS UN ÉXITO EMPRESARIAL EN TALARA
Efectuado un estudio sobre la visita en el año 2011 de la población de salud a las clínicas privadas del medio, se establece que un 80% de los usuarios, provienen de convenios y contratos establecidos entre aquellas empresas de salud, y el sector petrolero del medio.
Significa en cifras y estadísticas, que casi toda la actividad empresarial de las mismas, es copada y favorecida por la presencia de trabajadores del sector petrolero y sus familiares, que son atendidos en las demandas de salud, posponiendo inclusive, el servicio que por ley oferta, el IPSS. mediante su red de Hospitales.
El caso concreto que amerita la fiscalización del Estado, por ejemplo, es el caso de Petroperú, cuyo mayor pago al sector de salud privado, vienen de sus arcas, para que mediante ella (fiscalización), se someta a una exhaustiva comprobación, que determine la calidad y verdaderos costos de los servicios, que recibe el trabajador por su salud, protegiéndose los verdaderos niveles de pagos que debe desembolsar la mencionada Empresa.
En los resultados de aquellos estudios que realizó un sector de una entidad sindicalista, que agrupa y defiende los derechos de los trabajadores, arriba a una conclusión, curiosamente, los conceptos desaportados por Petroperú en los últimos diez años, son muy onerosos superando cifras que oscilan entre 6 a 8 millones de nuevos soles/año de inversión, por tratamiento médico de sus trabajadores.
El mismo mecanismo de investigación, establece que la Empresa Petroperú en Talara, tiene un universo promedio de 800 trabajadores en planilla, estadísticamente un universo, muy reducido para generar desembolsos muy elevados como se facturan mensualmente. Esta apreciación, sólo correspondería al pago a la empresa de salud Tresa, la mas antigua en administrar dicha prestación de salud.
Se establece que los estamentos de control de Petroperú, no habrían sido meticulosos en la medición de los precisos servicios, solicitados por los trabajadores y sus familiares; asimismo poco control se vendría efectuando en la administración de los costos de medicinas proporcionadas por las mismas empresas de salud.
La empresa Petroperú corroboró en parte con los estudios e investigaciones efectuadas en ese mismo año 2011, al hacer de público conocimiento, como alguno de sus trabajadores atendidos en estos mecanismos de salud privada, habían vulnerado y falseado su realidad de salud, favoreciéndose ante el escaso control y verificación existente. Esos trabajadores a quienes se les comprobó el tráfico y falsedad genérica, fueron sancionados y denunciados ante la autoridad respectiva.
En las circunstancias actuales, cuando se tiene conocimiento que la indicada empresa Petroperú, no estaría marcando azul para sus utilidades 2013, resulta perentorio que se superen los sistemas de control, y que reduzca los requerimientos de salud en las empresa privadas, para derivar la obligación al sistema del IPSS., disponiendo de ese modo, que sea el propio Estado por intermedio de sus mecanismos de auto-control, quien garantice el buen uso del dinero de Petroperú.
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