jueves, 10 de noviembre de 2011

E  D  I  T  O  R  I  A  L
"Si sientes conflictos con mis opiniones,
reivindícate con las tuyas"


HAY QUE CAMBIAR LA VERSION DE LA FIESTA NAVIDEÑA

  
Ya tenemos otra vez al mes de diciembre casi encima, muchos lo definen como el mas dificil del año, la razón:  las complicaciones, llegamos a esa fecha cargados de deudas, afán por buscar el saneamiento en el débito del año; y muchísimos apuros  mas que todos los conocemos.  Desde aquí ya trocamos el destino de Navidad: por  preocupaciones, desdichas, retos, desesperanzas, afligimientos, estresamientos. Navidad, debe ser alegría, reforzamiento del espíritu.

De repente muchos crean que es un tanto prematuro convocar la atención para abordar el tema.  La intención es preparar los ánimos e ir entendiendo de una buena vez, que Navidad no es una fiesta comercial como la hemos traducido en buena cuenta.

No está bien que en casi todo  el mundo, nos hayamos acostumbrado a cambiarle el rumbo, el sentido a una fecha que tiene un solo objetivo:  Preparar los ánimos de toda la humanidad para conciliarnos con el mensaje del Hijo de Dios;  La Navidad, es la  fecha que nos aproxima a un "nacimiento especial", a favor de aquel que vino para advertir sobre la desorientación en la que sucumbiría la mente del hombre; y aquí estamos comprobando como mirarnos en el espejo, la confirmación de esa advertencia.

Entonces nada de la praxis que venimos dando en los últimos tiempos a esa fecha, se relaciones con su auténtica causa.  Recordar en su verdadera acepción el Nacimiento del Hijo de Dios, es poner en cada año, una nueva oportunidad para rediminirnos, renunciar al daño, al crimen, a la destrucción apoderada en la cultura devastadora del hombre.

También en estos últimos tiempos, hemos reducido, plagiado el concepto sacro del acontecimiento.  Ahora decir Navidad; es conectarla al mercado, al bullicio, la búsqueda de la ganancia pagana.  Veamos el comportamiento en todas la ciudades del mundo, todos trajinamos apurados de un sitio a otro; ya los regalos, licores, mercancias, ropa nueva. Los mercados se van preparando para el atropello, el aprovechamiento, el record de ventas, la verificación de las ganancias, la basura.  Luego todo pasa y viene la gran pregunta: Es acaso esto la navidad?

De qué modo lo  que hacemos ahora por Navidad se conecta con su verdadero objetivo?.  Por qué, la Iglesia, se muestra placentera, indiferente y no mueve un solo dedo en el afán de corregir esta terrible desorientación.  No está bien que confundamos las cosas, que ni siquiera el día reconocido por todos al nacimiento del Mesias, se respete.  Podemos admitir que la necesidades desbordantes del tiempo, lleven a la actividad humana en ir incorporando oportunidades, -es posible- , pero hay que saber observar que las cosas de Dios son de Dios.

Pensamos que un mensaje de esta naturaleza es prudente, -aunque reconozcamos-  que remamos contracorriente.  Claro, el ánimo del hombre va creciendo, va formándose como la maleza que nació entre la buena semilla, los espinos que nos revela el evangelio.  Es posible que en el loco trajinar, una vez mas, ya sea demasiado tarde para rectificar.  Sería absurdo entender que de la noche a la mañana vamos a lograr el cambio y  sentido de las cosas.

Es que en puridad y justicia: LA NAVIDAD, hay que rescatarla, honrarla, "hay que da al césar lo que es del césar".  No es posible que al finalizar su tiempo, no se logre el ansiado reencuentro que sublime, que Dios aprecie el grado de amor, respeto que se le exprese.  Renunciemos, vayamos cambiando la conducta; Navidad es homenaje, reverencia a la memoria del Hijo de DIOS.   No se camionada sobre camionadas de mercancias, cantinas saturadas de actitudes pecaminosas.  No traduzcamos en nuestros niños, que Navidad es necesariamente abrumarlos de juguetes hechos en la fábrica  humana.  Navidad, debe ser única y exclusivamente: ratificar, concentrar, preparar el ánimo del hombre hacia el Creador.

DIRECTOR DE ASPETA
RICALDI  RAMIREZ RUIZ .

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