martes, 5 de marzo de 2013

M U N D O

Sera demasiado tarde?

Un hombre tenía una higuera plantada en su chacra, fue a buscar fruto y no lo encontró( Lc,13,6) Hoy el mundo entero mira hacia el Vaticano. Todos estamos asombrados. El Papa, venerable anciano, sin fuerzas, el que era dueño de la chacra, pidió que le llevaran una canastilla de higos. Tres cardenales le llevaron un informe. Debajo de las verdes hojas de la higuera no había fruto. El Papa se ha ido.

Cuando se narra esta semejanza, Jesús llevaba bastante tiempo predicando la buena noticia para que sus paisanos caminaran por el buen camino. Ellos seguían igual. Jesús les cuenta la parábola para que corrijan el camino que llevan. Van al precipicio. S. Lucas pone en diálogo al caporal de la parcela y al dueño de la ella: espera, le dice un año más; yo la cuidaré, si no da fruto la arrancarás. El dueño aceptó la espera. ¿QUE NOS DICE A NOSOTROS? Si miramos nuestra vida y la de la sociedad que nos rodea (política, religiosa, cultural) ¿qué encontramos? Se nos ha hecho costumbre la coima y el robo en las empresas públicas. Se nos va haciendo costumbre los asaltos y las muertes por la violencia. Se nos ha hecho costumbre la corrupción. Respiramos un aire viciado y no queremos darnos cuenta. Así vamos al precipicio.

No confía el joven en los padres ni en los profesores, ni en las autoridades. La vida práctica de los adultos no les convence. No confían en la iglesia porque no encuentran una palabra de aliento verdadero ante los problemas que viven. los que sufren, los excluidos, los pobres. No confían que el camino que les enseñamos conduce a un mundo solidario, de confianza, de bienestar para todos. ¿cómo enderezarnos? NO ES TARDE El Papa-emérito, Benedicto XVI, nos ha dado un valioso y hermoso ejemplo de sencillez y de valentía. Dijo en su renuncia.: me faltan fuerzas físicas y espirituales para llevar el cargo encomendado. Otro tiene que seguirlo. ¿Qué me tocará hacer a mí en la relación con mis hijos, con mi responsabilidad profesional? ¿Qué tendrá que hacer la autoridad para que genere confianza?

Tal vez nos queda pendiente el examen que nos presenta la parábola de la higuera que no da fruto. Se nos está llamando a un nuevo cuidado, a una práctica diferente. A una aceptación de que vamos por el camino equivocado; es decir, nos llama a un cambio de pensar y de práctica. El otro y la otra, los demás que nos rodean, nos son puros objetos para que se colme mi codicia, mi poder, mi propio placer aunque se malogre la vida de muchos otros. Nos equivocamos y equivocamos a los demás.Dime: ¿qué esperan tus hijos? Todo golpe de palana que cae sobre tierra lo hace con la certeza de conseguir una buena cosecha. El espíritu de Jesús está vivo en la historia y hay hombres y mujeres que apuestan por un camino de Humanidad más humana ¿y tú ?

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