Ni siquiera el anuncio del advenimiento de un nuevo gobierno, que trae vientos de plena democracia, justicia, equilibrio, respeto a los derechos de la persona y de los trabajadores; logra conmover, provocar la rectificación, ejercicio del mea culpa de quienes por largo tiempo, han venido haciendo trampa, negándoles al cumplimiento de compromisos internacionales, vigencia de leyes establecidas por la Corte Internacional de Derechos Humanos, la ONU, OEA, etc.
El Plan de Gobierno de Partido Nacionalista del Perú, que se pondrá en ejercicio a partir de este próximo 28 de Julio (Día de la Independencia Nacional), es demasiado claro, propugnando el cese de abusos, autoritarismos, desconocimiento a las leyes del Estado de Derecho, generalmente violadas por los todopoderosos. La elección de este último 5 de junio con los resultados conocidos, tiene esa lectura, no podemos equivocarnos; en el Perú se van a operar los cambios que sirvan para devolverles a los peruanos su cultura a una patria con dignidad.
Siendo ese el mensaje, todos los peruanos, todos los sectores de la vida nacional, empresarios, inversionistas; todos, debemos prepararnos para hacer grande, digno ese cambio. Aquí en el Perú, los ciudadanos desde el inicio de la República hemos venido viviendo tiempos aciagos, de atraso, miseria, hambre, pobreza. Predominando en todo ello, la maniaca intención de enriquecerse unos con el esfuerzo de otros, la explotación del hombre por el hombre ha sido un axioma de este desequilibrio.
En el análisis de este desequilibrio, observando detenidamente el Plan 28 de Julio de Ollanta Humala, se reitera la promesa de ponerle un alto a la vorágine laboral, la intriga, la hostilización; iImplantación de regímenes de intolerancia, cimentados por gobiernos con autoridades sumisas, entreguistas, genuflexas, que sentaron el abuso, el desconocimiento a los derechos laborales, amparados en la conducta corrupta de malos peruanos.
En la zona del noroeste peruano, donde operan desde allende los años empresas capitalistas, la mayoría negreras, en pleno desconocimiento de la legislación laboral, y lo que es peor, de la Constitución Política del Estado, al amparo del lobismo vergonzoso, negaron y se opusieron al fomento del sindicalismo, pisotearon las 8 horas de trabajo, tiraron por la borda la estabilidad laboral. Todo ello, en evidente contradicción con los tratados establecidos en la ORGANIZACION INTERNACIONAL DEL TRABAJO (OIT), con sede en Bruselas y con reconocimiento, desde l945, de todas las naciones democráticas del orbe.
Aquí en la población de Talara, sede de estas enganchadoras, las organizaciones sindicales lucharon defendiendo sus derechos contra las administraciones de empresas, como: Petrotech, Petrobras, Sapet, Imi del Perú; últimamente los trabajadores del flamante sindicato de INTEROIL S.A., se obligan en hacer público sus demandas.
Las demandas de estos trabajadores de INTEROIL, empresa de capitales Noruegos, se basa en el desconocimiento a la organización sindical y la negociación colectiva, amparados en el DS. Nº 010-2003-TR, además que violenta al Convenio 98 de la OIT. Ello ha dado lugar a que la Confederación Nacional de Trabajadores de Noruega, que congrega 870 mil afiliados, exprese su rechazo a esta descalificarte intención.
(*) Ricaldi Ramírez Ruiz
DIRECTOR
Presidente ASPETA
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