EL GOBIERNO DE NADINE.

Realmente lamento que César Villanueva, un profesional de primer nivel, haya tenido un ejercicio tan efímero y poco productivo de la Presidencia del Consejo de Ministros en éste, el gobierno de Nadine Heredia.

 

Porque, después de su abrupta caída, es poco o nada lo que ha quedado de su ejercicio ministerial, inaugurado con una auspiciosa proyección luego de su exitosa Presidencia regional en San Martín. En cambio, está bien claro quien ejerce el Poder en el Perú en forma cada vez más clara y evidente: la Primera Dama de la Nación.

 

Que las esposas de Presidentes han ejercido poder en nuestra Patria no cabe la menor duda. Unas más y otras menos. Siempre ha habido, sin embargo, una clara diferencia con lo que ocurre con Nadine: nunca antes una Primera Dama actuó en forma tan pública y desembozada tomando decisiones políticas, al grado de precipitar la caída de un Gabinete ministerial. Que yo recuerde, ni la famosa Mariscala.

 

Más que un tema de fondo, se trata de un problema de formas. El permanente protagonismo de la Presidenta del Partido Nacionalista la ha levantado por encima de su propio esposo, el Presidente de la República, en las encuestas y ,si hoy se hiciera una medición de poder en el Perú, ella seguramente ocuparía el puesto número uno.

 

A ello se suma la campaña iniciada, con demasiada premura, para candidatear el 2016.Como ya lo dije, no veo razón política alguna para que la sra. de Humala (nadie la llama así) no sea candidata presidencial. El impedimento es de carácter legal y moral. Está impedida por ley por ser la esposa del Presidente. Y tampoco puede ni debe usar los recursos del Estado para hacer campaña, como si recibió apoyo de Hugo Chávez, conjuntamente con Humala, para llegar a Palacio.

 

El gobierno de Nadine es un complejo entramado de caviares y neoliberales. Una repetición de lo ocurrido durante el régimen de Toledo en el que Dañino o PPK compartieron los gabinetes ministeriales con una fauna variopinta de representantes de esa seudo izquierda light, bautizada como caviar desde la aparición de Dany el Rojo en la comuna de París.

 

Algunos nacionalistas aparecen por ahí pero, al final de cuentas, ¿Qué es el nacionalismo de Nadine? Porque después de la fallida "Gran Transformación" y de la gran transformación a la derecha llamada "Hoja de Ruta" poco o nada queda de basamento ideológico en un partido que, una vez más, no es otra cosa que una maquinaria electoral al servicio de las ambiciones personales de nuestra distinguida Primera Dama.