jueves, 16 de junio de 2011

EDITORIAL…¿Es correcto que se haya cambiado la estrofa del himno nacional?

A la aparición de este medio informativo, muchos lectores de esta importante provincia del petróleo, preguntan por esa decisión, sugerida desde el Ejecutivo y aprobada en el Congreso de la República.

Las consultas que tienen inspiraciones muy profundas y agudas, se basan en suspicacias, descontento, se teme la comisión de una arbitrariedad lesionante a la identidad nacional, al límpido historial que acuñó el sufrimiento y dolor de nuestros antepasados.

Ante esta legítima consulta, tal vez extendida en muchas conciencias de la peruanidad: creemos que debe provocarse una revisión de este statu-quo en nuestro Himno Nacional; una revisión, donde sin apartarnos del marco legal, sofoquemos esta grita de la conciencia.

La consulta empieza preguntando qué había de malo, de lesivo, tal vez desconectado con el tiempo, en la letra de la Primera Estrofa del Himno Patrio. Se exponen antecedentes de la mayoría de naciones del orbe, que nunca cambiaron una sola letra de su oración cívica. 

"Largo tiempo el peruano oprimido", así, con esas expresiones y sentimientos históricos, se inicia el mensaje de un acopio de yaravíes profundos, inequívocos; testimonios únicos de la afrenta de un colonialismo lesivo; expresiones que representan un reto de nunca repetirle.

"La ominosa cadena arrastró"; ominosa historia de sufrimientos, vasallaje intrascendente: los dueños se volvieron esclavos, la ominosa tortura europea, como el garrote, la horca, descuartizamiento con cuatro caballos, para aniquilar moralmente a una raza, se aplicaron con destreza diabólica, digna de expertos en las huestes de Atila.

"Condenados a una cruel servidumbre", en que parte de la letra, el autor trastocó la historia, en qué momento se tiene el ánimo de calumniar a la potencia invasora?.

Sostiene el ánimo de peruanos descontentos con la mutación de las estrofas, qué razones, testimonios impulsaron al Estado peruano, para renunciar a los gestos históricos resumidos auténticamente en la letra del himno patrio. Pudiéramos estar entendiendo los peruanos, que en ese gesto se resume un acto disimulado de pedirle disculpas a la Nación que nos colonizó, por largos trescientos años?. 

Tendrá dicha rectificación la vena de desagraviar históricamente a España, la misma que en galeones y otros cargaron el oro, la plata, minerales y cultura del Tawantinsuyo?  Con ese tipo de actitudes mediocres, empobrecidas, qué explicación le puede brindar la historia a los herederos de unos de los imperios más grandes y nobles de la cultura del hombre?

Se estará, con ese cambio, tratando de ocultar la historia de un atípico  socavamiento a los derechos humanos de nuestra raza, acaso, no es la misma que asombró al mundo con la construcción de Machu Picchu? 

Los autores de esta decisión juzgada desde una óptica de la peruanidad como lesiva, digna de una postura de infamia, condicente a que alguna vez, el Perú vuelva a ser sometido a infamantes colonialismos: exige que se vuelva atrás, rectificándose la actitud que mansilla, quitándonos mucho de ese sello, ese valor que nos legó Túpac Amaru.


Ricaldi Ramírez Ruiz
DIRECTOR

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