lunes, 8 de agosto de 2011

OPINIÓN… ¿Qué agenda política se está imponiendo?

Escribe:
Francisco Miró Quezada Rada (*)

Ante el nombramiento de controvertidos personajes en importantes cargos del aparato estatal, la respuesta del jefe del Gabinete, Salomón Lerner Ghitis, resulta insuficiente. Lerner ha aceptado que algunos nombramientos “son con todo derecho criticados y observados desde otros puntos de vista y ángulos”, pero agregó que se ha intentado nombrar a funcionarios con competencia profesional para el cargo, sin “legajo de corrupción” y que hayan servido honestamente […] los hechos harán conocer a estas personas y si en los hechos no son confiables, tendrán que ser separados. Pero, mientras tanto, démosles la oportunidad”.

Lamentablemente, la trayectoria de algunos de los nombrados no calza con el marco conceptual esbozado por el jefe del Gabinete, lo que genera naturales inquietudes y debilita las promesas del presidente Ollanta Humala, especialmente, en lo que se refiere a la lucha frontal contra la corrupción, los cultivos ilegales de hoja de coca y el narcotráfico.

Ha llamado la atención, por ejemplo, la designación como consejero presidencial en temas de seguridad y defensa del coronel EP en retiro Adrián Antonio Villafuerte Macha, quien acompaña a Humala en su carrera política desde el 2006. Villafuerte firmó el acta de sujeción a Vladimiro Montesinos y entre 1997 y el 2000 fue secretario personal del –hoy preso por enriquecimiento ilícito– general EP César Saucedo Sánchez, operador y hombre fuerte de Montesinos.

Analistas independientes consideran que Villafuerte ha tenido gran influencia en los recientes cambios y nombramientos en las Fuerzas Armadas y policía. Habría abogado a favor de la designación de Luis Pereyra Briceño como jefe del Instituto de Defensa Civil (Indeci), un militar en retiro quien, además de ser coordinador de personeros de Gana Perú, fue acusado por la pérdida de parte del legajo de las actividades de Ollanta Humala en la base contrasubversiva de Madre Mía.

En el caso de Devida, se ha nombrado a Ricardo Soberón Garrido, quien integra un colectivo que impulsa en el país la agenda del narcopromotor George Soros.

Soberón propugna la legalización de la marihuana y ha sido asesor de la cocalera Nancy Obregón y de dirigentes cocaleros, algunos de ellos investigados por sus vínculos con el tráfico ilícito de drogas y con Sendero Luminoso. Recientemente el flamante jefe de Devida avaló la plataforma de reclamos del gremio cocalero, que insiste en pedir el cese de la erradicación de los cultivos ilegales de hoja de coca en el Huallaga, algo que contradice la promesa presidencial de disminuir el hectareaje de cocales, oponerse a la legalización de cualquier droga y luchar frontalmente contra el narcotráfico.

Como consejero en temas jurídicos se ha designado a Eduardo Roy Gates, abogado de César Cataño y ex defensor legal de algunos integrantes del clan Sánchez Paredes, enjuiciados por blanqueo de activos e incluidos como capos de las drogas en la lista de los órganos de inteligencia del país. Los abogados pueden actuar en diversos casos, y cierto es que todo acusado merece defensa, pero también es indudable que la cartera de clientes de un profesional del Derecho puede revelar mucho sobre sus cualidades éticas y morales.

¿Tales desatinos son “La gran transformación” del Estado Peruano, que requiere ser más bien reformado para modernizarse y ser más eficiente y transparente?

La reforma del Estado es una aspiración nacional y un compromiso del nuevo presidente, por su urgencia. Sin un Estado moderno, eficiente y con personal profesional y motivado, será difícil ejecutar cualquier plan de gobierno y garantizar la gobernabilidad democrática.

Por todo ello resulta oportuno advertir, cuando recién se inicia un régimen, sobre la idoneidad de ciertos funcionarios. Por supuesto, como dice el jefe del Gabinete, todos merecen una oportunidad, pero igualmente debemos analizar objetivamente los antecedentes profesionales, judiciales y éticos de cada personaje por ser nombrado. El Estado está para servir a los ciudadanos, no para servirse de él ni para instrumentalizar agendas que nada tienen que ver con el progreso y fortalecimiento moral del Perú.

(*) Periodista
Director Diario El Comercio

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