Escribe:
Andrés Abad Tejada (*)
La trata de personas es una suerte de esclavitud moderna, que no distingue región, edad, ni clase social. Según las informaciones la provincia de Talara y otras de nuestra región, son lugares predilectos para aquellos mafiosos que venden la vida de una persona, en lo que para ellos significa una simple transacción monetaria.
Lamentablemente, junto con la modernidad y el crecimiento que vienen registrando algunas ciudades de la región, también viene ganando terreno esta lacra que amenaza extenderse aún más, si las autoridades involucradas en el tema no toman medidas inmediatas y conjuntas para erradicarla. Estamos hablando de la trata de personas, especialmente de la explotación sexual de menores de edad.
Y es que en los últimos años, el hallazgo de numerosas niñas en bares ejerciendo la prostitución bajo amenazas, se ha convertido en una noticia casi diaria y que debería ser motivo de preocupación para las autoridades.
Por ejemplo, en la provincia de Talara hace algunos meses en un operativo se encontró a menores de edad, en un local que desde hace años funcionaba en el Parque 40 – 9 del casco urbano; y a pesar que el Ministerio Público judicializó el caso, este local donde acudía gente de mal vivir siguió funcionando. Felizmente para los vecinos fue tapiado por el actual gobierno municipal; pero sin embargo, al día siguiente abrió sus puertas en el Cono Norte de la ciudad.
Otro caso que nos informamos no hace mucho, a través de los medios de comunicación de circulación regional, refiere a que en la provincia de Sechura en un operativo realizado por la Fiscalía y Comisaría de esta ciudad, con apoyo de la comuna local, se encontró a varias menores de edad, entre ellas una niña de 13 años, que hacían de meseras, anfitrionas o damas de compañía, atendiendo a los parroquianos en un bar que no contaba con licencia de funcionamiento.
Así como estos dos bares que fueron intervenidos, existen muchos otros establecimientos en toda la región, especialmente en Talara y sus distritos, en las provincias de Sechura, Sullana, y Paita, etc., que bajo la fachada de bares, centros nocturnos y locales de diversión han sido acondicionados para la trata de personas, donde no sólo se explota a las niñas sexualmente sino que también entre engaños se llevan a niños para hacerlos trabajar en labores de limpieza, sin ninguna paga y en las peores condiciones.
En este contexto, debemos decir que esto sucede porque sencillamente no existe una fiscalización y control de establecimientos de parte de los gobiernos municipales, que han permitido la proliferación estos locales, por lo que el rol de las municipalidades es importante para la lucha contra esta lacra que significa la trata de personas, ya que se enmarca dentro de lo que es su función para la prevención de la comisión de delitos, y porque la trata de personas es un delito que debe ser sancionado con todo el rigor de la ley.
En ese sentido, creemos que los centros educativos también son un espacio donde se debe abordar este problema, y en esto juegan un papel importante los docentes en la labor de prevención que deben realizar aconsejando y orientando a las niñas para que no se dejen engañar y sean llevadas para ser explotadas en estos bares. La verdad es que se requiere de un esfuerzo multisectorial para afrontar este flagelo que amenaza a nuestros niños y niñas.
En esa perspectiva, también debemos invocar a la sociedad sobre la necesidad de extremar las medidas de precaución para evitar un posible secuestro. Aunque sin ánimos de generar miedo, simplemente mayor conciencia. Nosotros desde acá tratamos de no crear ningún tipo de psicosis en la sociedad, solamente decimos que tomen las medidas del caso. Generalmente las denuncias que se reciben se refieren a menores de edad y en varios casos estudiantes, entonces desde acá les decimos, por ejemplo, que siempre es bueno cambiar la rutina del trayecto al colegio y que no vayan solas.
Finalmente y del mismo modo, hay que destacar la importancia sobre el papel que los medios de comunicación deben cumplir en relación a este tema en cuestión de las redes sociales, pues la información que se da por internet muchas veces entra en detalles, de los cuales estas redes mafiosas se nutren para captar a sus víctimas. Salvo mejor parecer.
(*) Comunicador Social.
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