martes, 9 de agosto de 2011

OPINIÓN… La confianza es como un espejo

Autor:
Fritz Du Bois (*)

La economía es impulsada por la confianza del consumidor y del inversor, por lo que mantenerla es vital para una empresa o nación. Más aún, el principal problema de perderla es que esta es como un espejo, el cual puedes pegar si se ha quebrado, pero nunca lograrás que quede igual al que era antes de ser reparado.

Lamentablemente, la confianza se ha ido resquebrajando, primero, sobre la solvencia bancaria en el mundo desarrollado; luego, sobre el manejo fiscal europeo y, ahora, sobre el cumplimiento en el pago de la deuda del Gobierno norteamericano.

Así que Obama debe de estar lamentando que, preocupado por sus frentes políticos, no le diera importancia a lo que requería para tranquilizar al inversionista en bonos del Tesoro cuando negoció un mayor techo de endeudamiento. Lo que le pareció una salomónica solución para satisfacer tanto a demócratas como a republicanos ha sido insuficiente para las calificadoras de riesgo y los mercados.

Ahora la desconfianza que ha generado ha puesto al borde del abismo de una nueva recesión al mundo desarrollado, la cual, si bien podría no ser de la misma magnitud en esta ocasión, ocurriría en menos de tres años desde que se inició la anterior recesión, presentando un escenario de crecimiento inadecuado de la economía mundial durante un largo plazo.

En nuestro caso, a ese horizonte recesivo en muchos de nuestros mercados –que se le ha aparecido a un recién estrenado Humala y que podría durar todo su mandato– le debemos sumar la caída en la confianza causada por el proceso electoral y de la cual aún no nos hemos recuperado.

Por ello, el Gobierno tiene que recobrarla asegurando en el presupuesto que está elaborando que mantendrá la solvencia fiscal. Para eso los recursos para los nuevos programas sociales que están preparando tienen necesariamente que provenir de una reasignación del actual gasto.

De otro lado, la creación de un nuevo impuesto tiene que ser meditada y cuidadosamente manejada para evitar que se constituya en un garrotazo a las debilitadas expectativas del empresariado.

Finalmente, tienen que aprender del error de Obama y tener claro a quiénes realmente importa tener tranquilizados. Si continúan los mensajes contradictorios, porque unos buscan el aplauso de los radicales en lugar de darle confianza al mercado, lo único que va a quedar es un espejo quebrado en el cual se reflejará a un país en recesión.
 
(*) Periodista / Analista Político.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario