jueves, 25 de agosto de 2011

Editorial…¿Presiones a la libertad de opinión?

Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)

La libertad democrática implica de modo irrestricto, el respeto por todas las libertades constituciones; muy puntualmente la interpretación auténtica  a la libertad de pensamiento, opinión, de prensa, de expresión.  Precisamente cuando se insinúa un desconocimiento a ellas, o cuando se pretende su sometimiento se vuelve impositiva por un lado; y a volver dóciles, vulnerables a quienes se someten renunciando a impostergables premisas que sustentan las vigas maestras del periodismo.

A nombre de la Asociación de Periodistas de Talara (Aspeta), salimos al frente para intercambiar opiniones y aclarar en el mismo terreno de la democracia de las opiniones, cuando en inoportunas coyunturas "sin querer queriendo", se introduce la cultura a la sumisión periodística, al manejo de voluntades y control de los credos que sustentan esta profesión.

El preámbulo, que no deja de ser un toque de preocupación, de preter intencionalidad de control, sometimiento; se detectó en una reunión promovida por la jefatura de la Oficina de Imagen Institucional de la Municipalidad de Talara a cargo del buen amigo Víctor Córdova Neira.  Sucedió que extrañamente se invitó al conjunto de comunicadores de radio y otros con quienes se mantiene un compromiso específico para difundir, promocionar programas sociales de interés público que ejecuta la actual administración municipal. (Matrimonios masivos, facilidades tributarias, seguridad ciudadana y otros afines).

Dentro de las reglas éticas que no necesitan mayor reiteración, se establecen las premisas que el comunicador seleccionado para operar como concesionario de publicidad, debe emitir su trabajo con máximo aporte profesional (habilidad, destreza publicitaria); en contraprestación la entidad contratante gira los pagos establecidos. De ninguna manera el "comunicador" será obligado en admitir extrañas concesiones, herejías al quehacer periodístico.

 Muy extrañamente en la indicada reunión, se formularon estas advenedizas decisiones: a) Se anunció que el aparato de inteligencia municipal grababa todos los programas; y consecuentemente, se sabía quiénes cumplían con ciertas reglas y los que al margen del convenio publicitario, conservaban su libertad de opinar; b) Se precisó que se estaba implementando una racionalización de los comunicadores y en adelante sólo continuarían los que agradaban al sistema.  c) Se pasó lista a los asistentes asegurándoles que estaban obligados en acudir a estas convocatorias; así como estar presentes en los actos y ceremonias de inauguraciones de obras, trabajos, servicios, etc.

Es muy lamentable esta situación presentada, primero porque se afecta, se anula la libertad de opinión periodística; Segundo, contando la comuna con muchos señores periodistas que integran la oficina de Imagen Institucional, no tengan el tino para asesorar, instruir a don Víctor Córdova Neira en forma y fondo, que los convenios de publicidad en ningún caso implican la suspensión, coartándose las libertades informativas.

La administración de las municipalidades que son parte de la estructura del Estado y dentro de aquella, el amparo del Estado de Derecho, la protección de las leyes que regulan la actividad periodística; no pueden actuar, saliéndose puniblemente de este marco institucional, básico en la democracia.

La sola insinuación que los programas de publicidad radial en adelante serán otorgados a quienes cumplan con esas reglas, es atentatorio. Quiere decir, que se contratará el comportamiento sumiso y no la cualidad y aceptación ciudadana a programas de auténtica cultura radial.  Significa entender que los recursos municipales serán dispuestos para los que halaguen, distorsionen y alteren las verdades periodísticas.

Por el beneficio de una gestión municipal que debe crecer en la confianza ciudadana de forma auténtica, sin disfraces informativos, con respeto a los valores y consciencias periodísticas; se debe rectificar este modus operandis; es una insinuación que veja al auténtico y veraz periodista. La verdad, la justicia no se traban, no se admiten barreras, autocensuras, no se ventilan en atmósferas contaminadas. El ejercicio periodístico es actividad de verdades ubérrimas, su conducta no está en discusión. 

(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital

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