miércoles, 17 de agosto de 2011

Editorial…Prácticas de villanos que juegan en favor de la actividad delincuencial

Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)

En un programa de la televisión peruana de este último domingo 14 de agosto, el periodismo nacional, insistió una vez más en el preocupante tema de la inseguridad ciudadana. Lacra que se extiende como pandemia, temerariamente la causal del deterioro de la sociedad peruana.

En el aludido reportaje, se recogió una experiencia muy preocupante.  La ciudad y Región Piura, aparecen en el mapa de esta triste realidad, como zonas de alta peligrosidad por el avance incontrolable y desmedido del fenómeno gansteril.  Zaraí Toledo, hija del ex presidente Alejandro Toledo, hoy convertida en profesional en Psicología, ofreció experiencias, informes y resultados espeluznantes.

La temática en mención que reportó el indicado programa dirigido por don Nicolás Lúcar, fue el accionar  de las bandas delincuenciales en la ciudad de Piura.  Se hizo una descripción analítica de los orígenes, causas, motivaciones de la incursión gansteril hasta el extremo de mantener sitiada, acosada a la población. Como si fuera una película del viejo tiempo de Al Capone, se expusieron uno a uno los dramas que vive la sociedad ante la impotencia de los mecanismos de defensa que acredita el Estado peruano.

Dentro del dramático informe, se escuchó la valiente declaración de un general de la Policía Nacional de Perú, quien sin dubitaciones de ninguna clase, dijo que poco se puede esperar en esta lucha, si cuando la Policía asumiendo una serie de riesgo encara la guerra con la delincuencia; los malhechores amparándose en los tribunales de justicia, paradójicamente alcanzan la libertad, volviéndose a reciclar la inseguridad e incrementándose las tasas e índices de la criminalidad.

Mientras subsista esta realidad protagonizada por jueces, fiscales, salas, tribunales mafiosas; la sociedad peruana, el Estado de Derecho, pierden el tiempo y la esperanza de otorgar paz, tranquilidad y seguridad a las calles y ciudadanía.  Así con toda contundencia se manifestó el honesto General de nuestra Policía Nacional del Perú.  Más no se puede hacer entre nosotros, dijo; se quejó que la nueva Ley Penal, los limitaba y cercenaba su función en el momento que la validez de la acción penal la tienen las investigaciones de los fiscales; y son ellos los encargados de otorgar la libertad a rankeados delincuentes enemigos de la sociedad.

Aquí en la provincia de Talara, que no ha logrado librarse de este fenómeno,  la situación es tanto igual o peor. Parecería que el mercado está dividido en el aprovechamiento de policías deshonestos y fiscales que son promotores y hasta "defensores de oficio" de estas bandas que entran y salen de las cárceles luego de ponerse a "derecho"; colmando exigencias pueriles de inescrupulosos representantes de estas instituciones tutelares de la justicia.

Bastaría con recordar como subsisten y sobreviven aquí en la población talareña, conocidas bandas de los famosos "Hueveros, los Garrinchas, los cachorros", que datan desde 30 a 40 años, dañando, perjudicando, victimando a la sociedad petrolera, sin que las fuerzas del orden hayan podido contra ellas.

En los últimos años se ha producido un fenómeno migratorio de bandas que han  venido desde Chiclayo, Piura, Sullana y domicilian en los cordones marginales de la ciudad.  Desde allí, se planifican los asaltos, muerte para los que se opongan.  Desde allí se reciben las órdenes que provienen de otros "capos" de Rio Seco, y desde allí mantienen en sitio a salto de mata a empresarios, profesionales, comerciantes y población en general.  Una realidad espeluznante que podría ser encarada con la moral del nuevo gobierno peruano y la razia total a todos esos delincuentes que actúan como directores de orquesta, desde las oficinas del Poder Judicial y del Ministerio Público.

(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital

No hay comentarios.:

Publicar un comentario