Escribe:
Ricaldi Ramírez Ruiz (*)
Ha llegado la hora de emitir una opinión seria, objetiva, responsable en torno a las penurias que atraviesa el crédito del fútbol petrolero Atlético Torino. Como se trata de la institución emblemática, orgullo, patrimonio de todo un pueblo, de una región, y para el fútbol amateur del país, que lo reconoce como el prototipo clásico, ganador por cinco veces de la Copa Perú, y haber participado en una oportunidad en la Copa Libertadores de América; son argumentos muy sólidos para mencionarlos y exigir un trato con el respeto correspondiente. Nadie tiene patente de corso para desdecir y malograr su bien ganado prestigio ni deteriorar su imagen.
Acudiendo a un somero análisis; Torino es de los primeros equipos de las provincias del Perú en alcanzar el premio de consagrarse como militante del fútbol profesional peruano (desde 1970 a tres años del nacimiento del sistema Copa Perú, única puerta de ingreso al Descentralizado). Anteriormente habían hecho su ingreso pero como invitados: Grau de Piura, Aurich de Chiclayo, Diablos Rojos de Chiclín (La Libertad), Melgar de Arequipa. En 1968, el equipo Manucci, representativo de la Región La Libertad ganó el derecho de militar en el descentralizado, pero.... mediante el despojo a Sport Chorrillos de Talara, acción inmoral descalificante de un árbitro Yamasaki.
En las actuales circunstancias, luego de buenos 20 años de su último descenso de la primera profesional del fútbol descentralizado; participan por tercera instancia en segunda división del mismo evento. Sus descensos hasta en cinco oportunidades fueron motivados mayormente por la falta de una adecuada dirección; equivale a decir, que no se le dotó de idóneos equipos diligénciales que tuvieran la virtud de mantenerle, estabilizarle en la esfera profesional, como lo han hecho otros equipos, otras plazas de menor renombre de la capacidad que ostentó el poder del fútbol petrolero.
Mayormente en los últimos 20 años de presencia como institución profesional deportiva, ese fue su Talón de Aquiles. Asumieron, se hicieron nombrar por intermedio de procedimientos pecaminosos, insuficientes, vacíos de respuesta democrática; dirigentes mediocres, entusiastas, sin visión, sin ideas, sin respuestas (apreciemos el panorama actual). Equipos de dirigentes que absurdamente creyeron que un equipo profesional podía manejarse con colectas públicas, rifas, parrilladas y otros melindres.
Cuando se trate de provocar y desarrollar un debate serio, competitivo buscando analizar una real salida del pantano, arena movediza desde donde se encuentra sumergido el equipo; fehacientemente hay admitir que la solución no vendrá nunca bajo la dirección de una directiva insolvente. Esto se observa y se patentiza en el pobre experimento como se pretende dirigir la institución.
Cabe preguntarnos con el peso de toda la lógica; si a nuestro crédito no le puede por el actual sistema, manejar con éxito administrativo (no tiene dinero para nada y acude a la limosna deportiva), menos con resultados futbolísticos halagüeños (en los 3 años de la Segunda Profesional ha lindado con la baja); cómo se explica la insistencia absurda, maliciosa, incompetente, caprichosa, brutal de obligarle a ofrecer respuestas desdicentes, magras; que afectan su bien ganado prestigio, se deteriora su imagen institucional y su historia.
La presente generación dirigencial, deben leer el libro de Malcolm Terranova (escritor francés) que en sus brillantes reflexiones, admite que la persona debe saber salir en las adversidades con honor, autosuficiencia (vergüenza deportiva). Esto no es un desmérito, dice Terranova; todo lo contrario, es demostrar valor, entendimiento para admitir la realidad. Es una decisión pragmática.
Y estas salidas honrosas se dan en todos los campos, hasta tres ejemplos proponemos a) En política Lourdes Flores se retiró honrosamente cuando comprobó que el cúmulo de sus recursos no le eran favorables; en las elecciones de los EE.UU. la esposa de Clinton, hizo lo mismo. b) Miles de esquinas de famosos boxeadores en el mundo, tiraron la toalla, cuando vieron sufrir, observaron maltratado al deportista y para evitar más daños, lo retiraron honrosamente; c) Hasta en la actividad gallística, se retiran, se levantan los "caballeros Carmelos"; el deporte no es insania, no es perjuicio, Torino no merece esta triste experiencia.
Hemos dicho, y es opinión ponderada de resultados, que el camino para el éxito es la constitución de un Patronato, un directorio que responda a todos los retos y exigencias que demande la inversión de un Torino para la esfera del fútbol profesional peruano. No existe otro camino; la limosna pública deportiva no responde a la estabilidad, permanencia de recursos que solucionen nada. Acudir a la realización de eventos coyunturales no salva el ego de Torino. Que las prominentes eminencias que proponen estos argumentos como solución, que mencionen qué equipos profesionales del mundo entero viven de esta forma de caridades.
(*) Periodista
Director NoticiasTalara.Com
Prensa Digital
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